Norma IFRS 9 “Instrumentos Financieros”

21/05/2018

El 1 de enero de 2018 entró en vigor la norma IFRS 9 “Instrumentos Financieros”, estándar internacional de contabilidad que modifica de forma significativa el mecanismo de reconocimiento de provisiones ante potenciales pérdidas por incumplimiento de entidades receptoras de financiamientos. Esta normativa cambia el criterio de provisionar desde una visión de reconocimiento de pérdidas una vez que se ha incurrido en ellas, a reconocerlas desde el mismo momento en que se concede el financiamiento con base en la pérdida esperada. Este nuevo enfoque requiere que las entidades generen o adapten sus modelos y metodologías para poder estimar la pérdida esperada de las distintas carteras, considerando la evolución prevista de la economía y el ciclo residual de las transacciones celebradas. 

En 2014 la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB, por sus siglas en inglés), emitió la IFRS 9 “Instrumentos Financieros” que fue desarrollado como una respuesta frente a la necesidad de unificar criterios contables en las entidades financieras, ante lo sucedido luego de la crisis financiera mundial que tuvo su punto álgido en septiembre de 2008, tras la caída de Lehman Brothers. La norma tiene en cuenta aspectos vinculados a la contabilización de diferentes instrumentos financieros, incluyendo cuestiones como la clasificación y medición, el deterioro y registro de coberturas. La IFRS 9 publicado se dirige al registro del deterioro de los créditos, introduciendo el modelo de pérdidas esperadas y considerando el comportamiento en relación con la recuperabilidad de dichos créditos.

 

Las Instituciones de Crédito constituyen un actor clave para los mercados globales, por tanto la transparencia en el manejo y revelación de su información financiera resulta vital en este contexto. 

El rol fundamental que cumplen las entidades financieras en la economía es captar recursos y colocarlos a través del crédito a terceros que necesitan fondos para consumir o invertir. Debido a las divergencias en tipos de interés y plazos de colocación entre los fondos recibidos y los otorgados, las entidades financieras asumen en general el riesgo de tipo de interés y el riesgo de liquidez. Si bien, ambos son importantes y deben gestionarse adecuadamente, el principal elemento de riesgo de su actividad es el riesgo de impago.

Para proteger la existencia de las entidades financieras, cuya función es fundamental en la economía, existen una serie de requerimientos ligados a provisiones y capital que deben mantener en función de los riesgos que asumen. En esta evaluación se suele hacer una distinción entre las pérdidas previstas o esperados y las pérdidas inesperadas. El objetivo del capital requerido a las entidades financieras es cubrir las pérdidas no previstas, y su importe debe ser lo suficientemente alto para que la entidad sea capaz de hacer frente a escenarios de pérdidas con una probabilidad muy baja de ocurrir, pero con un impacto elevado.

La IFRS 9 desde inicio menciona que su objetivo “es establecer los principios para la información financiera tanto sobre activos como sobre pasivos financieros” por lo tanto, la norma es más amplia que la exclusiva determinación de necesidades de provisiones. Además de esta necesidad, la norma supone modificaciones en la clasificación de activos y pasivos, y en la contabilidad de coberturas. Para el tratamiento de las provisiones, se tienen que tomar dos aspectos fundamentales: la clasificación de los activos según su grado de deterioro y el cálculo de las pérdidas esperadas.

En relación al grado de deterioro, la norma clasifica las operaciones en función de una evaluación, a la fecha de análisis, sobre el riesgo de crédito de la operación en comparación con el riesgo de crédito que la misma tenía en el momento de la concesión inicial.

IFRS 9 segmenta los activos en tres stages al momento en que se encuentre el crédito, Stage 1 no hay mayor riesgo crediticio que el reconocido inicialmente, Stage 2 aumenta el riesgo crediticio de forma significativa, y la cantidad crediticia deja de ser “grado de inversión” y Stage 3 el deterioro ha llevado a que se produzcan pérdidas crediticias.

El primer grupo se deben de incluir aquellos activos cuyo riesgo crediticio no se haya incrementado respecto del reconocido inicialmente, por lo tanto, el tipo de interés fijado para dicha operación conlleva una estimación razonable de la pérdida potencial de la misma. Este grupo tendría su correspondencia con lo que hoy denominamos como riesgo normal o al corriente de pago.

El Stage 2, incorpora aquellos activos que, si bien no han incurrido en pérdidas crediticias, han experimentado un incremento significativo del riesgo al momento de la concesión. Para ello puede aplicarse, como presunción refutable (aunque no es el único criterio de determinación), la existencia de 30 días de retraso en el pago de las obligaciones asumidas. La provisión de este segmento se puede equiparar (no al 100%) a lo que hoy se considera como riesgo normal en vigilancia especial y riesgo dudoso por razones distintas de la morosidad, para decirlo en otras palabras, se trata de activos que se encuentran con dudas de recuperación pero que aún no pueden ser clasificados como dudosos.

Por último, se encuentra el Stage 3, deben incorporarse las operaciones que ya han experimentado pérdidas. Por este motivo, este segmento puede asimilarse a lo que hoy tenemos clasificado como riesgo dudoso por razones de morosidad.

La IFRS 9 representa un cambio significativo para la elaboración de estados financieros, impactando no solo en el sector financiero, sino también en varios de los involucrados como inversores, reguladores, analistas y la profesión contable en general. La intención, tras la crisis de confianza en que derivó la hecatombe de las hipotecas subprime, fue beneficiar a dichos involucrados a fin de reducir los posibles impactos de una inadecuada evaluación del riesgo crediticio sobre los estados financieros de las instituciones de crédito. 

En Auren tenemos al equipo profesional con el conocimiento para llevarte de la mano en el proceso de adopción de esta nueva normativa que tendrá un impacto importante en los estados financieros de las instituciones financieras, estamos a tus órdenes, contáctanos.

Mauricio Torres

Rogelio Jimeno 

Auren Ciudad de México 

 

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