Como auditores, durante estos meses tendremos que evaluar la continuidad y/o aceptación de los clientes con base en la Norma Internacional de Auditoría 210, analizando entre algunos aspectos: integridad, comunicación, acceso a la información, rotación de los altos directivos, entendimiento de la entidad y su entorno así como sus condiciones financieras, lo que nos permitirá clasificar a los clientes como de riesgo moderado o significativo. Para aquellos clientes que presenten un riesgo significativo, es importante garantizar su gestión y evaluación, mitigando malentendidos o riesgos futuros.

Decir no a un cliente no es tarea fácil, pero como expresa e indica la norma de auditoría, es mejor tomar la decisión de no continuar con un cliente y evitar incurrir en algunos negocios que podrían afectar la credibilidad de la firma en el futuro. . Es importante no pensar individualmente y en el beneficio inmediato, sino centrarse en los beneficios a largo plazo; un cliente con un riesgo importante, independientemente de los honorarios, tarde o temprano tendrá consecuencias que podrían afectar a la empresa.

Buscar un negocio win-win significa vincular clientes que tengan un perfil de bajo riesgo y honorarios razonables que se alineen con nuestro trabajo, siempre evaluando el costo-beneficio, donde haya una sensación de tranquilidad en la ejecución de las tareas, para ambos. el cliente y la firma.

La reputación y la paz no tienen precio.

Paula Orjuela, Directora de Inspección Fiscal de Auren Consultores Medellín SAS