¿Cómo se forman los líderes positivos?

25/06/2019

La formación de un buen jefe requiere de un enfoque integral de la persona, desde los valores personales y organizacionales hasta la acción, el conjunto de conocimientos y las habilidades que hacen de la excelencia en la ejecución, pero en ese orden. 

Es fundamental explicitar durante los procesos de desarrollo, el propósito de lo que hace la organización, teniendo en cuenta no sólo los aportes de valor que nuestros servicios y / o productos a la comunidad, sino también la responsabilidad sobre los impactos de nuestros comportamientos en cada interacción con clientes y proveedores; internos y externos. 

La formación de un líder también debe contemplar la búsqueda de la excelencia en la comunicación, resaltando la importancia de la escucha como una herramienta clave para la gestión del equipo. 

En general, los planos de carrera que las organizaciones proponen se enfocan en el desarrollo de las competencias técnicas de quienes alcanzan los puestos de supervisión y atención que se relacionan con el liderazgo. En este punto encontramos personas que ocupan posiciones de jefatura, casi siempre, por ejemplo, cuando surgen los problemas. La realidad es que la cultura de una organización se ve plasmada en el día al día en el estilo de liderazgo de cada jefe con su equipo, es decir, la experiencia de cada empleado se ve impactada por el clima que es capaz de construir para su equipo.

No cabe duda de que estos son los contextos que crean los pilares emocionales sobre los que construyen los equipos, al fin y al cabo, es la relación de confianza que permite los altos niveles de desempeño, el fluir de la colaboración, el disfrute de los logros compartidos y el foco en la misión del equipo.

José Saha

Director de HR – Auren Buenos Aires

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